Dietética y nutrición

Medicina Estética
Dietética y nutrición

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En la sociedad actual, cada vez es más frecuente encontrar desequilibrios nutricionales motivados en gran parte por una serie de factores como la mala alimentación, el sedentarismo, el estrés, etc.   Estos desequilibrios desembocan en alteraciones fisiológicas y patológicas, pero también en alteraciones estéticas como el sobrepeso, la celulitis, la flacidez facial y corporal, el envejecimiento cutáneo prematuro, entre otros; problemas que con mucha frecuencia son motivo de consulta en Clínicas de Medicina Estética y cobran cada vez mayor relevancia.   La obesidad, en cualquiera de sus grados, afecta a la estética de nuestro cuerpo y nos somete a un sobreesfuerzo para mover unos kilos de más que puede provocarnos un cansancio extra, limitando nuestra capacidad para movernos y nuestra actividad. Incluso, en los casos más avanzados, provoca problemas circulatorios y respiratorios por opresión del exceso de grasa sobre los distintos órganos.   Para eliminar el exceso de peso es necesario seguir una dieta equilibrada, lo más variada posible y controlada por un médico especialista que corrija las posibles carencias y evite que el esfuerzo incontrolado por combatir la obesidad acabe provocando una depresión o desconfianza de tu capacidad para controlar la situación.   Todos somos capaces de perder peso. El médico tiene que ser tu guía para mostrarte el camino, exigirte el cumplimiento del plan, introducir las modificaciones adecuadas en tu dieta y ayudarte a afrontar esta tarea.   Una dieta hipocalórica, debe estar equilibrada en macronutrientes y micronutrientes, se debe basar en las características individuales de cada paciente y debe estar controlada bajo supervisión médica.  

Perder peso de forma saludable

Es muy frecuente que los pacientes soliciten pautas de alimentación para perder peso y siempre deseen hacerlo a toda prisa. Se deben concienciar de que lo único que hay que perder es el exceso de grasa que puedan tener. Hay que tener en cuenta que pérdidas moderadas del exceso de grasa producen grandes beneficios en la salud. La dieta hipocalórica para tratar la obesidad moderada debe estar equilibrada en micronutrientes (vitaminas y minerales) y se debe basar en las características individuales, como el peso, la edad, el género, las complicaciones médicas asociadas, la actividad física, las preferencias dietéticas, los horarios…   Las dietas muy bajas en calorías deben realizarse en contados casos y bajo estrecha supervisión médica, ya que pueden producir deficiencias nutricionales diversas. Se deben ingerir cada día alimentos de todos los grupos (verduras, frutas, lácteos, carne, pescado, huevos, aceite de oliva) y, dentro de cada uno de ellos, aquellos con menos calorías.   Es muy importante que una dieta conveniente permita alcanzar buenos hábitos alimenticios. Perder un 10% de masa grasa ya disminuye la tensión arterial, pero siempre debe tratarse de masa grasa, ya que debe evitarse que el cuerpo pierda masa muscular o calcio óseo.  

La masa muscular es sagrada

  De la masa muscular depende la vitalidad y la situación del paciente para luchar contra la tendencia a aumentar de peso que se observa con el paso de los años. Es muy importante conocer que ésta depende fundamentalmente de la alimentación diaria, y también, aunque de forma secundaria, de una actividad física regular.   Los 3 factores nutricionales que hay que cuidar más para proteger la masa muscular son:  
  • La cantidad diaria de proteínas de la dieta
  • La distribución de la toma de esas proteínas a lo largo del día
  • Una cantidad mínima de carbohidratos de la dieta. Las proteínas (entre 50 y 80 gr) deben siempre distribuirse equilibradamente entre el desayuno, la cena y el resto del día. Es esencial la toma fraccionada, ya que nuestro organismo no puede almacenar su exceso en una determinada comida, como si sucede con los carbohidratos (que se conservan hasta 24h) y con las grasas (casi para toda la vida). Si no se toman proteínas regularmente (como máximo cada 10 o 12 horas), el cuerpo se ve obligado a sacrificar su masa muscular para que no le falten los aminoácidos (constituyentes elementales de las proteínas) a las estructuras más nobles e importantes de nuestro cuerpo, como el cerebro, el corazón, el hígado…, que los necesitan de forma continua.
 

Dietas de aporte proteico

  La dieta proteica o proteinada permite adelgazar peso de forma eficaz, constante y sin sensación de hambre. Es un programa progresivo en varias fases, que debe realizarse siempre bajo supervisión médica. En la primera consulta de nutrición, se realiza un estudio específico a cada paciente en función de sus necesidades (estudio morfológico y análisis nutricional).   Se consumen productos nutricionales compuestos por un elevado índice proteico y carentes de carbohidratos y grasas. Junto con estos preparados, se pueden consumir una cantidad ilimitada de un listado de verduras permitidas. Esto hace que el organismo elimine la grasa localizada sin generar pérdida de masa muscular, flacidez y conservando la vitalidad habitual. Además, mantendrás tus niveles de micronutrientes en las cifras ideales, consiguiendo por tanto, una mejora del aspecto de la piel, el cabello…   Otra gran ventaja de la dieta proteinada es que, una vez finalizada, no se recupera el peso perdido ya que el propio paciente ha aprendido a controlar su peso al haber adquirido unos correctos hábitos alimentarios.

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